Who shed his blood?

I taught people to seek help from Mary and the saints instead of going directly to Christ. But the voice inside of me asked, Who is it who got your salvation on the cross? Who is it that paid your debt by shedding his blood? Was it Mary or the saints, or Jesus Christ? And although you - like many other priests - do not believe in the effects of scapulars, novenas, rosaries, statues and candles, you tolerate these things in your church. You claim that the common people need simple things in order to become themselves

remember God. And you also know that these simple things are a great source of income. But God doesn't want a department store in his church. Those who believe in him must worship him in spirit and in truth (Gospel of John 4,24:XNUMX). Destroy these idols and teach people to pray by calling on God alone.

Who can forgive sins?

My doubts were especially agonizing when I was sitting in the confessional. People came to me, kneeled down in front of me and got acquaintedtold me their sins. And what did i do I made the sign of the cross on them, pretending I had the power to forgive their sins. I, a sinful person, took God's place, claimed his judicial rights - and heard this piercing voice say: You are robbing God of his glory. When sinners seek forgiveness for their sins, they must turn to God, not you. It is God's law that they have broken, so they must make their confession to Him and seek forgiveness from Him alone. No one can forgive sins, only Jesus can and he does it.

How clear is the message of the Bible:

"But she will give birth to a son, and you are to name him Jesus, for he will save his people from their sins" (Gospel of Matthew 1,21:XNUMX).

“And there is salvation in no one else; for there is no other name under heaven given to men in which we are to be saved! " (Acts 4,12).

"But when we confess our sins, he is faithful and righteous, so that he forgives our sins and cleanses us from all injustice" (1 John 1,9:XNUMX).

“My children, I am writing this to you so that you do not sin! And if anyone sins, we have an advocate with the Father, Jesus Christ, the righteous ”  (1 John 2,1:XNUMX).

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One Lord: Christ

In the end I was no longer able to stay in the Roman Catholic Church because I could no longer serve two masters, the Pope and Christ. I could no longer hold two contradicting beliefs, tradition and the Bible. I had to choose: Pope or Christ, Tradition or Bible; and by God's grace my choice was Christ and the Bible. In 1944 I left the Roman Catholic priesthood and the Roman Catholic religion. Since then, the Holy Spirit has guided me to preach the Gospel to Catholics and to exhort believers that they too must testify to Catholics of salvation in Jesus Christ without fear.

Born in northern Italy, Giuseppe Zacchello experienced the biblical rebirth in the United States of America. After his conversion he became known as a book author and article writer for The Converted Catholic. He was convinced that Catholics should be shown the official doctrine of their own church. Only when they know this would they have the strength to leave the church and follow the truth of the Bible.

Today Brother Zacchello is with his master.

NO PODRÍA SERVIR A DOS AMOS

(Giuseppe Zacchello)

Nací en Venecia el 22 de marzo de 1917. Cuando tenía diez años, fui enviado a un seminario católico romano en Piacenza, donde, después de doce años de estudio, fui ordenado sacerdote el 22 de octubre de 1939.

No podría servir a dos amos

Nací en Venecia el 22 de marzo de 1917. Cuando tenía diez años, fui enviado a un seminario católico romano en Piacenza, donde, después de doce años de estudio, fui ordenado sacerdote el 22 de octubre de 1939. Dos meses más tarde, el cardenal R. Rossi, mi superior, me envió a Chicago para pastorear la nueva parroquia italiana de Cabrini. Así que trabajé como sacerdote en Chicago durante cuatro años y luego en Nueva York. Nunca me pregunté si mis sermones y enseñanzas eran consistentes con la Biblia. Mi única preocupación y ambición era complacer al Papa.

Un domingo de febrero de 1944, cuando encendí la radio, me encontré accidentalmente con la transmisión de un servicio protestante. El pastor estaba dando el sermón. De hecho, quería cambiar de canal porque no me permitían escuchar sermones protestantes. Pero el interés era más fuerte, así que seguí escuchando.

El texto bíblico que escuché en la radio sacudió toda mi teología: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”(Hechos 16,31:XNUMX). ¡Así que tener certeza de la salvación no era un pecado contra el Espíritu Santo!

El señor me corrige

Todavía no me he convertido, pero de repente estaba lleno de dudas sobre la religión católica romana. Y de repente me interesó más lo que enseñaba la Biblia que lo que dicen los dogmas y decretos del Papa.

Todos los días, la gente pobre venía a la iglesia y me daban entre $ 5 y $ 30 para realizar una ceremonia de veinte minutos - misa - prometiendo que liberaría las almas de sus familiares muertos del purgatorio. Pero cada vez que me paraba frente al altar y levantaba los ojos hacia el gran crucifijo, sentía como si Cristo me estuviera reprendiendo y

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haciéndome dar cuenta: estás robando a esta pobre gente trabajadora haciéndoles falsas promesas. Lo que enseñas contradice la palabra de Dios. Una persona que ha creído en Cristo no llega a un lugar de tormento después de la muerte, porque está escrito: “Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor desde ahora en adelante. Sí, dice el Espíritu, que descansen de su trabajo; pero sus obras los siguen” (Apocalipsis 14,13:XNUMX). El sacrificio de la cruz no necesita repetirse porque es completo. La obra de salvación fue hecha para siempre en la cruz, y Dios la confirmó al resucitar a Cristo de entre los muertos. .

“Porque con un solo sacrificio ha perfeccionado para siempre a los santificados” (Hebreos 10,14:XNUMX).

Este pensamiento también apareció de repente ante mí: si los sacerdotes y el Papa supuestamente tenemos la oportunidad y el poder de liberar almas del purgatorio a través de misas e indulgencias, ¿por qué esperamos con el acto de rescate hasta que nos den dinero para ello? ¿Alguien que pudiera salvar a un perro del fuego lo haría solo después de recibir cinco dólares del dueño del perro?

Ya no podía mirar a Cristo crucificado sobre el altar. Cuando prediqué que el Papa era el representante de Cristo y sucesor de Pedro, la roca infalible sobre la cual se construyó la Iglesia de Cristo, escuché de nuevo esta voz: Tú viste al Papa en Roma, su gran y magnífico palacio, su jardín y el gente que le besa los pies. ¿De verdad crees que representa a Cristo? Jesucristo vino para servir al pueblo. Lavó los pies de sus discípulos y no tuvo donde recostar su cabeza (Evangelio de Mateo 8,20:XNUMX). ¡Y míralo en la cruz!

¿Realmente crees que Dios edificó su iglesia sobre un hombre? La Biblia establece claramente que el representante de Cristo en la tierra es el Espíritu Santo y no un hombre (Evangelio de Juan 14, versículos 16-17 y 26). Si la Iglesia Católica Romana está edificada sobre un solo hombre, no es la Iglesia de Cristo.

La palabra de Dios es suficiente

Todavía predicaba que la Biblia era insuficiente como fundamento de la fe y que para comprenderla se necesitaba la tradición y los dogmas de la Iglesia. Pero de nuevo se

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elevó la voz dentro de mí: Lo que predicas es contrario a la Biblia. Lo que predicas no tiene sentido. Si los cristianos necesitan al Papa para entender la Biblia, ¿qué necesitan para entender al Papa? Dios condena la tradición de la iglesia porque todos pueden entender lo que necesitan saber para su salvación. “Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que por la fe tengáis vida en su nombre” (Evangelio de Juan 20,31:XNUMX).

¿Quién derramó su sangre?

Enseñé a la gente a buscar la ayuda de María y los santos en lugar de ir directamente a Cristo. Pero la voz dentro de mí preguntó: ¿Quién es el que obtuvo tu salvación en la cruz? ¿Quién es el que pagó tu deuda derramando su sangre? ¿Fue María o los santos, o Jesucristo? Y aunque usted, como muchos otros sacerdotes, no crea en los efectos de los escapularios, las novenas, los rosarios, las estatuas y las velas, tolera estas cosas en su iglesia.Afirmas que la gente común necesita cosas simples para convertirse en ellos mismos.

recuerda a Dios. Y también sabes que estas cosas simples son una gran fuente de ingresos. Pero Dios no quiere una tienda por departamentos en su iglesia. Los que creen en él deben adorarlo en espíritu y en verdad (Evangelio de Juan 4,24:XNUMX). Destruye estos ídolos y enseña a la gente a orar invocando solo a Dios.

¿Quién puede perdonar los pecados?

Mis dudas eran especialmente angustiosas cuando estaba sentado en el confesionario. La gente vino a mí, se arrodilló frente a mí y se familiarizóme dijeron sus pecados. ¿Y qué hice? Hice la señal de la cruz sobre ellos, fingiendo que tenía el poder de perdonar sus pecados. Yo, una persona pecadora, tomé el lugar de Dios, reclamé sus derechos judiciales y escuché esta voz penetrante decir: Estás robando a Dios de su gloria. Cuando los pecadores buscan el perdón de sus pecados, deben volverse a Dios, no a ti. Es la ley de Dios que han quebrantado, por lo que deben hacer su confesión a Él y buscar el perdón de Él solo. Nadie puede perdonar los pecados, solo Jesús puede y lo hace.

Cuán claro es el mensaje de la Biblia:

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